La iluminación tiene que ser constante y uniformemente distribuida para evitar la ahogo de los ojos, que deben acomodarse a la intensidad variable de la luz. Deben evitarse contrastes violentos de candil y sombra, y las oposiciones de claro y azaroso. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el https://medinaempresarialsst.com/siso/